Alonso Jerónimo Salas de Barbadillo

Nació en el barrio madrileño de la Morería, hijo de Diego de Salas, agente de negocios de Nueva España. Estudió en Madrid y en Alcalá de Henares, aunque no llegó a terminar sus estudios, y se trasladó luego con su padre y la Corte a Valladolid, donde dedicó a la cosmografía. 

En 1603 sucedió como padre como agente de negocios de Nueva España. Llevó una vida muy licenciosa y pendenciera; en 1609 hirió de varias cuchilladas al noble Diego de Persia, lo que le costó la prisión; ya en libertad, escribió una serie de sátiras contra unos jueces, alguaciles y carceleros, por lo que fue desterrado durante dos años, aunque un indulto redujo ese tiempo en parte; sin embargo sufrió otro en Zaragoza, ya en 1613, el Consejo de Aragón le encargó censurar las Novelas Ejemplares de Cervantes. 

Estuvo después en Tudela y volvió a Madrid, donde encontró a sus amigos Cervantes, Hortensio Félix Paravicino y José de Valdivielso. Llevó una vida amorosa bastante agitada, pero nunca se llevó a engaño; fue nombrado criado de la Casa Real por Felipe IV, aunque su posición económica nunca fue desahogada y en sus últimos años se encontró en la pobreza; su salud empezó a quebrantarse gravemente desde 1627; su familia se fue arruinando poco a poco y, en sus últimos años, según se desprende de una alusión de Lope de Vega en su obra El laurel de Apolo, estaba sordo. Desde entonces su producción decrece.

Fue un escritor fecundo, que cultivó casi todos los géneros. Destacó en particular como novelista, en cuyo oficio mezcló la novela cortesana urbana ambientada en Madrid con elementos picarescos. Recogió estas novelas cortas en colecciones como El caballero puntual (1614) y Corrección de vicios (1615), que reúnen ocho relatos, tres de ellos versificados. También son una colección de esta clase las nueve aventuras nocturnas que componen Don Diego de noche (1620), que es una de sus obras más fundadas; aquí aparecen ya algunas epístolas satíricas, género que constituye la médula de La estafeta del dios Momo (1627), obra esta que contenía sesenta y cuatro de esas epístolas satíricas.

Más extensas son El sagaz Estacio, marido examinado (1620), obra originada por las causas de su destierro, y El subtil cordobés Pedro de Urdemalas (1620), de ambiente picaresco.

Una miscelánea de cuentos, poemas y piezas dramáticas es Casa del placer honesto (1620) y novela dialogada es La sabia Flora Marisabidilla (1621), en la que una gitana consigue casarse con un hidalgo extremeño. A esto se parece también a su obra Los cortesanos escoltados (1621). Narración extensa es El necio bien afortunado (1621). En Las fiestas de la boda de la incansable malcasada (1622) satiriza a una señorita vanidosa. 

Pero su obra más famosa es una novela picaresca, La hija de la Celestina o La ingeniosa Elena, (1612), que adoptó la forma dialogada posee una protagonista femenina. En esta obra censura todos los defectos y vicios de su época con gracia y soltura manteniéndose fiel al canon picaresco. Molière obtuvo la inspiración extrema en esta obra. Terminó su carrera con dos obras: El curioso y sabio Alejandro, fiscal y juez de vidas ajenas, 1634, y Coronas del Parnaso y platos de las Musas, 1635.

En cuanto pudo obrar al revés, en 1609 publicó un poema heroico-religioso llamado La patrona de Madrid restituida y reunió sus poemas en Rimas castellanas (1618) y Triunfos de la Santa Juana de la Cruz (1621).

También escribió entremeses, algunos de ellos en prosa, entre los que citamos Las aventureras de la Corte y El Prado de Madrid y baile de la capona; otros entremeses, como La dama sesentona y El buscaoficios o El Caprichoso en su gusto, parece ser que estaban destinados a la lectura.

Entre sus comedias destaca la titulada La victoria de España y Francia (Madrid, 1635), drama de magia caballeresco que fue escrito para una representación real en la Casa de Campo un cargo de “principales personajes” y criados de la reina. Otras obras suyas son El gallardo Escarramán y Los prodigios de amor, incluidas en la novela El sutil cordobés Pedro de Urdemalas (Madrid, 1620). Escrito también, extrañamente, comedias en prosa, como El cortesano descortés y El sagaz Estacio, marido examinado.

Salas demostró un gran ingenio y dominio de la sátira, pero su obra se resiente de cierta irregularidad y no llegó a adquirir las dimensiones universales de Cervantes, su maestro, de quien fue gran amigo. Toda su inspiración es urbana y se limita ante todo a Madrid, ciudad que conocía muy bien.

Murió el diez de julio de 1635.