jueves, 3 de febrero de 2022

San Juan de Ávila

Místico, asceta y escritor, nacido el 6 de enero de 1499 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) y fallecido en 1569 en Montilla (Córdoba); Era de linaje judío de padre. Los críticos todavía discutían si pertenecía al clero secular o regular.

Místico y escritor del Siglo de Oro
Realizó sus estudios de Derecho en Salamanca (1513) y cuatro años después se retiró a su pueblo Almodóvar del Campo, donde llevó una vida retraída. En 1520 se trasladó a Alcalá de Henares, donde estudió Teología con Domingo de Soto. Desde el 22 de julio de 1526 se dedicó a predicar en Andalucía, en el Arzobispado de Sevilla. Más tarde predicó en Lebrija en Guadaira y en Écija. En esta última ciudad conoció a Doña Sancha Carrillo, para quien compuso su obra mayor, Audi, Filia, comentario sobre los versículos XI y XII del Salmo XLIV. Fue encarcelado por la Inquisición en el otoño de 1532 y absuelto al año siguiente. Su estancia en Córdoba, donde se le escuchó predicar a Fray Luis de Granada.

Con el tiempo; se convertiría en discípulo y admirador incondicional de Fray Luis de Granada, y sería su biógrafo está documentada en 1535. En 1536 viajó a Granada y en 1537 a Écija, donde asistió al funeral de Doña Sancha Carrillo. A su regreso a Granada en 1538, es posible recibir los grados teológicos superiores. Durante su estancia en Granada fue discípulo de Francisco de Borja. La siguiente actividad del predicador, Juan de Ávila se dedicó a la fundación para sacerdotes, (y escuelas más pequeñas, Baeza, Granada), Jaén, Sevilla, Córdoba, Évora, Alcalá.

Desde 1555, gravemente enfermo, se instaló en Montilla, donde mantuvo correspondencia epistolar, entre otros con Santa Teresa de Jesús. Su obra más conocida es Audi, Filia, probablemente escrita antes de 1526; supuestamente, aunque no está basada tal opinión, seguramente se habría elaborado durante su estancia en la cárcel por problemas con la Inquisición.

Siguieron nuevas redacciones en 1537 y 1545 (avisos y gobernantes cristianos (Alcalá, 1556) y 1565 y 1574) Libro Espiritual para tratar las lenguas del mundo, carne y diablo y remedios contra ellos, (Toledo, 1574), estos últimos revisados a instancias de los censores inquisitoriales. Otros tratados escritos de su mano son licenciados Doctrina Cristiana (Valencia, 1554), Dos charlas hechas sacerdotes (Córdoba, 1595), Reglas del Buen Vivir (Amberes, 1595), Documentos Espirituales (Madrid, 1623), Cartas (Baeza, 1578) y numerosos sermones, advertencias y tratados de reforma con vistas al Concilio; Aunque atribuida a Fray Luis de Granada, la suya sería también la traducción de Contemptus Mundi, de nuevo romanzado (Sevilla, 1536).

Muchos de sus discípulos pasaron a formar parte de la compañía de Jesús y del Carmelo reformado, sufriendo incesante persecución a veces inquisitorial como su maestro. Su obra mística y ascética resulta ser fundamental en la formación de numerosos escritores renacentistas. Menos conocido es su papel como científico, aunque les dice:

«Yo, el maestro Juan de Ávila, digo que es así que encontré con mi trabajo e industria cuatro artes o ingenios que suben agua de bajo a alto, que se llaman equilibrio de cajas, fomentando aguas muertas, suplevientos y formas prudentes».

Sin embargo, el recuerdo que queda de este personaje es un asceta que influyó posteriormente, en la espiritualidad española y europea de manera notable, y que sería beatificado en 1894 y canonizado en 1970.

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