miércoles, 2 de febrero de 2022

Lope de Vega

Lope Félix de Vega Carpio, apodado que el «Fénix de los ingenios», o «Fénix de España». Nacido en 1562, Madrid, y murió en 1635, Madrid), destacado dramaturgo español del Siglo de Oro, autor de tantas como de 1.800 obras de teatro y varios cientos más piezas cortas dramáticas, de las cuales 431 juega y 50 piezas más cortas son existentes.

Escritor del Siglo de Oro
Lope de Vega fue el tercer hijo de Francisca Fernández Flores y Félix de Vega, un bordador. Se le enseñó latín y castellano en 1572-73 por el poeta Vicente Espinel, y al año siguiente ingresó en el Colegio Imperial de los Jesuitas, donde aprendió los compendios de las Humanidades.

Cautivado por su talento y gracia, el Obispo de Ávila, lo llevó a la de Alcalá de Henares (Universidad Complutense) en 1577 a estudiar para el sacerdocio, pero Vega pronto dejó Alcalá cambiándolos por los tacones de una mujer casada.

En la muerte de su padre en 1578, la tienda de bordados pasa al marido de una de las del poeta hermanas, Isabel del Carpio. Vega más tarde adoptó el nombre noble de Carpio, en el fin de darle un tono aristocrático a la suya propia. Adquirió una educación humanística abundante a pesar de que el azar lecturas eruditas antologías. En 1583 tomó parte en la expedición española contra de las Azores.

Por este tiempo de Vega había establecido a sí mismo como un dramaturgo en Madrid y vivía de sus comedias (tragicómico de los dramas sociales). Él también se mostraba de forma indefinida en su papel de caballero asistente o secretario de varios nobles, adaptando su papel como siervo prudente o ponderado de acuerdo con la situación. Por este tiempo, también, la vida del poeta estaba inmersa en el curso de una tormentosa pasión. El sueño de la «belleza» de una mujer, fue lo que lo llevó desde el Alcalá siguiendo a Elena Osorio, una actriz de excepcional belleza.

Su romance con ella fue intenso, «violento», y empañado por los celos de Lope, celos que tenía porque Elena había confirmado su enlace con el poderoso galante Francisco Perrenot de Granvelle, sobrino del Cardenal de Granvela. Transcurrido el tiempo, y finalmente, cuando Elena abandonaba al poeta, Lope, escribió Feroz Libels contra ella y su familia, lo que le sirvió para pasarse un tiempo de «reflexión» en la cárcel. La abundantes injurias vertidas contra Elena y la Familia Osorio, también la valieron para que le desterrasen de Castilla, por un periodo no inferior a ocho años.

En medio de este increíble escándalo, el atrevido Lope de Vega, no se le ocurrió otra cosa que secuestrar a la joven de 16 años, llamada Isabel de Urbina, la «Belisa» de muchos de sus poemas), la hermosa joven de 16 años de edad. Ellos fueron obligados a casarse, y el nuevo marido partió inmediatamente hacia Inglaterra con la Armada Invencible. A su regreso, pasó el resto de su exilio en Valencia, en ese momento un centro de gran actividad dramática, y se llevó a la dedicada escritura de obras de teatro.

Aquí, también, se vio involucrado en la escritura de romanceros, o la balada de la poesía, que se había puesto de moda. En el año 1590, fue nombrado secretario del Duque de Alba, a quien siguió a Toledo y, a continuación, a la casa que poseía el Duque en Alba de Tormes, donde su esposa murió en el parto, en 1595. Él subastó todo lo que poseía y se fue para Madrid, donde hizo publico su amancebamiento con una viuda, llamada Ana Trillo de Armenta, la cual con el tiempo le pondría otra demanda, allá por el 1596.

Él había dejado el servicio al Duque de Alba en 1595, y en 1598 se fue a servir a la casa del Marqués de Sarriá, con quien permaneció hasta el año 1600. En algún momento alrededor de 1595 también conoció a la analfabeta y singularmente bella actriz Micaela de Luján, que iba a ser durante casi 20 años, el poeta más tranquilo por el amor de esta amancebada, o concubina de Lope; ella era la «Camila Lucinda» de numerosos magníficos versos compuesto para ella por Lope de Vega. Él tomó una segunda esposa, Juana de Guardo, hija de un rico charcutero, con quien tuvo dos hijos, Carlos Félix y Feliciana. Él fue ridiculizado sin piedad por sus enemigos literarios aprovechando la unión con la «carnicera», como ellos llamaban a la nueva mujer de Lope.

Desde 1605 hasta su muerte permaneció como un confidencial secretario y consejero del Duque de Sessa, con quien mantuvo un voluminoso y revelar la correspondencia. En 1608, también fue nombrado a una sinecura posición como un Familiar de la Inquisición y, a continuación, Fiscal, o mejor dicho, promotor Fiscal, de la Cámara Apostólica. Por este tiempo, Lope de Vega se había convertido en un poeta famoso y ya era considerado como el «Fénix de los Ingenios». En 1609 publicó una obra, que a la postre serviría como guía para escribir comedias en aquel tiempo, la cual se titulaba, Arte Nuevo de Escribir obras de teatro en Este Tiempo, era un tratado de poética, en el que defendía sus propias obras con más ingenio que eficacia.

En 1610, en medio de plena producción literaria, y camino a sus (500 comedias), Lope se trasladó con su familia definitivamente desde Toledo a Madrid. En Madrid, Lope fue afligido por circunstancias dolorosas que le complicaron su vida en un período en el que él se hallaba más creativo. Juana se enfermó, tuvo un aborto espontáneo, y vivía en un precario estado de salud en virtud de los cuidados constantes de Lope; Carlos Félix, su hijo preferido, también enfermó y murió, en 1612. Juana murió en el parto con Feliciana, y de Micaela de Luján también debe haber muerto durante ese tiempo, ya que Lope se llevó a su propia casa, los hijos restantes de esta relación, Marcela y Lope Félix, o «Lopito», como habitualmente lo llamaban en tono cariñoso.

Estas dificultades sumieron al gran poeta en una profunda crisis religiosa. En 1609 entró en la primera de varias órdenes religiosas. A partir de este momento en que él escribió casi exclusivamente obras religiosas, aunque también continuó su obra de teatro, que era financieramente indispensable. En 1614, entró en el sacerdocio, pero su continuo servicio como secretario y panderer a su mecenas, el Duque de Sessa, le impidió la obtención de la eclesiástica, y con ella, los beneficios que buscaba. El duque, temerosos de perder a Lope servicios, logró que una de sus amantes, la actriz Lucía de Salcedo, volviese a seducir a Lope. El duque así se aseguraba su presencia de forma permanente a su secretario. Lope a partir de entonces llegó a participar en las nuevas y escandalosas tramas de las relaciones románticas.

En 1627 escribió su verso épico sobre la vida y la ejecución de María, reina de los escoceses, La corona trágica, que fue dedicado al Papa Urbano VIII, esa obra trajo consigo el reconocimiento del Santo Padre, y en recompensa un doctorado en teología en el Colegio Sapientiae y la Cruz de la Orden de Malta, de la que llegó a sus orgullosas manos, también, como el uso del título de Fray «hermano». Sus últimos años estuvieron llenos de melancolía. Su última amante, Marta de Nevares, quien compartió su vida desde 1619 hasta su muerte, en 1632, perdió a primera vista y, a continuación, su cordura en los años 1620. La muerte en el mar de su hijo Lope Félix del Carpio y Luján y el secuestro y el abandono de su hija menor, Antonia Clara, tanto en 1634, fueron los golpes que terminaron de destruir su alma. Su muerte en Madrid, ocurrida en agosto de 1635, fue evocada con un duelo nacional.

Lope llegó a ser identificado como autor teatral con la comedia, un amplio plazo para el nuevo drama de la España del Siglo de Oro. La productividad de Lope en aquella etapa, queda un tanto exagerada por el informe y crónicas sucesivas. Afirmó haber escrito un promedio de 20 hojas al día a lo largo de su vida y se deja sin tocar apenas una vena de la escritura actual. Cervantes lo llamó el «prodigio de la naturaleza», Juan Pérez de Montalbán, su primer biógrafo, en su Fama póstuma (1636), que le atribuye a Lope de Vega, un total de 1.800 obras de teatro, así como más de 400 autos sacramentales. El dramaturgo de la propia primera cifra de 230, dice en 1603, que son muchos más, y eleva la cifra a 1.500 en 1632; más de 100, se presume, fueron compuestas y representadas en 24 horas. Los títulos son conocidos de 723 juega y 44 autos, y los textos que sobreviven son 426 y 42, respectivamente.

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