jueves, 3 de febrero de 2022

Lope de Rueda

Nacido en Sevilla en 1510, fue un escritor que es considerado una de las grandes figuras del teatro renacentista español. Lope de Rueda, al que apodaban el «Terencio sevillano», subió a la imitación de la italiana Commedia dell'Arte para imponer un auténtico teatro nacional, con personajes, temáticas, situaciones y formas de hablar del pueblo español. Su soberbio conocimiento del lenguaje popular le permitió introducir sus grandes obras dosis de realismo. Solo se aparta de la realidad cuando enfatiza los rasgos ridículos o grotescos de sus figuras caricaturescas, con la intención de provocar la risa de la audiencia.

Autor de obras de teatro del Siglo de Oro
No se sabe nada sobre sus primeros años de existencia. Aparentemente, pertenecía a una familia pobre y no tenía acceso a una educación cuidadosa. Ocupó el cargo de batihoja, que consistía en rodar oro y otros metales preciosos para obtener un material llamado «pan de oro», que se usaba en la pintura. Luego dejó esta profesión para comenzar a representar obras teatrales. Se sabe que, en 1534 fue actor, pues ese año se presentó en Toledo. En 1552 se casó con Mariana, que era doncella del Duque de Medinaceli, mujer que solía vestirse de hombre (rasgo del carácter de los cómicos o actores de la época). Durante muchos años, Lope de Rueda y Mariana tuvieron pleitos con el Duque de Medinaceli, exigiéndole al Duque, que pagara los salarios adeudados a Mariana, su antigua criada.

En 1554 fue, además de actor, director de su propia compañía. Ese año fue contratado para actuar en la población de Benavente (en la provincia de Zamora), ante el príncipe Felipe (futuro Rey Felipe II). Esto significa que, para entonces, debe ser uno de los autores y directores más famosos del Reino.

Cuatro años después seguía siendo uno de los principales cómicos de España, como la contratación en 1558 por parte de la ciudad de Segovia, que actuaba en las fiestas que celebraban la inauguración de su catedral. En 1559 actuó en las fiestas del Corpus de Sevilla (nuevo muestra su importancia, ya que a algunas celebraciones tan solemnes asistían solo las compañías más famosas). Poco después triunfó en Madrid, en presencia de los Reyes. Allí lo vio actuar un joven Miguel de Cervantes, que quedó fascinado por su maestro.

Se casó con Rafaela Ángela, con quien tuvo una hija en 1564 por segunda vez (es decir, cuando ya tenía sesenta años). Murió poco después en Córdoba, después de haber firmado su voluntad del 21 de marzo de 1565.

Lope de Rueda fue un verdadero genio del teatro, actividad que destacó en todas sus facetas (obras de autor, director de compañía y actor). Su gran mérito es haber creado un teatro de prosa verdaderamente popular, que refleja a la perfección el lenguaje y las costumbres del pueblo. Se basa en las técnicas y los argumentos utilizados por las empresas de la Commedia dell'Arte; pero aprendieron estos modelos italianos adaptados al gusto español, y terminaron escribiendo un teatro puramente indígena.

Escribió comedias en las que adaptó al gusto español las técnicas de los actores italianos, y una serie de piezas cortas, de tono humorístico, llamadas pasos. Una de las mayores originalidades de su teatro es que casi todas sus obras están escritas en prosa, en una época en la que el teatro era en verso. En sus comedias, Lope de Rueda se inspiró en argumentos de otras piezas teatrales italianas. Pero logró reflejar perfectamente, con gran realismo, la mentalidad de los españoles de mediados del siglo XVI.

Los títulos de estas comedias son: Eufemia, Armelinda, Comedia de los engañados, Medora y Discordia y Cuestión de amor, la única obra que escribió en verso. Todos los días (realismo) obtuvo ese reflejo perfecto de la vida, en parte, gracias a su asombroso dominio del lenguaje popular. Lope de Rueda conoce a la perfección las expresiones de la gente del pueblo (dichos, refranes y chascarrillos), y escribe en prosa, consigue que sus personajes hablen como lo haría cualquiera en la calle. Incluso entran en sus obras otros rasgos típicos del lenguaje coloquial como el habla de ciertos grupos sociales (como los gitanos, que se expresan con sus propios giros y tal).

Los escalones son las obras más famosas que le han dado a Lope de Rueda, por encima incluso de sus comedias. Piezas cortas de tono jocoso que cumplían una función: ser representadas en los intermedios (o intermedios), de obras más extensas, para que la gente no se aburra durante estos descansos. Unos años más tarde, a finales del siglo XVI y principios del XVII, estos pasos se llamarán «entrantes», o «entremeses». La maestría de Lope de Rueda en estos pasos consiguió crear una serie de personajes que tenían su propia psicología, muy conocida por el espectador nada más subir al escenario. Eran, por un lado, personajes típicos de la literatura satírica y burlesca de la época (médico, recaudador, estudiante, etc...); y, por otro lado, personajes que solían burlarse de la gente para acentuar sus rasgos más feos o ridículos, convirtiéndolos en caricaturas.

Lope de Rueda escribió diez pasos: Las aceitunas, El huésped, La tierra de Jauja, La cubierta y Los sirvientes, Con cuernos y contentos, Pagados y no pagados, El cobarde rufián, Generoso acomodo y Ladrones lacayos. El resto de la producción dramática de Lope de Rueda comprende dos conferencias pastorales en prosa, tituladas Camila y Tymbria; una conferencia pastoral en verso, Ropa de amor; un diálogo en verso, muy breve, titulado Diálogo sobre la invención de las calzas; y el Auto de Naval y Abigail.

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