Nacida en 1590, en Sevilla. Fue cronista y dramaturga, reconocida en su época como la «musa sevillana» y hoy, junto a M.ª Rosa Gálvez, como una de las dramaturgas más notables de la época moderna. Frente al apelativo de «aficionada» que se daba a las mujeres que se dedicaban a las letras, la crítica la considera en la actualidad una escritora de oficio, destacándose su capacidad para introducirse y manejarse hábilmente por los circuitos de impresión y representación de la cultura barroca. Poeta y dramaturga española, una de las más brillantes y conocidas del Siglo de Oro.
Sin embargo, si bien su trabajo gozó en su día de gran estima por parte del público y sus colegas, solo nos han llegado datos sobre sus circunstancias biográficas. Ignoró dónde y cuándo nació, y se supone que debía morir a principios de la segunda mitad del siglo XVII, en fechas cercanas a la muerte de Juan Granada Caballero Caro Mallén de Soto, Maestro del Caballo de la Marquesa de Villanueva de Valdueza, Elvira Ponce de León. Se supone que este caballero, fallecido en 1655, era hermano de Ana, de la que no hay más noticias a partir de esta fecha.
Ana Caro de Mallén, conocida como la «décima musa andaluza» entre sus compañeros de oficio, fue celebrada por María de Zayas y Sotomayor (con quien mantuvo una estrecha amistad), por Alonso de Castillo Solórzano, por Luis Vélez de Guevara (quien dejó un retrato de sí mismo en el Cojuelo del Diablo) y por Rodrigo Caro, quien la incluyó entre sus hombres ilustres en letras naturales de Sevilla (1635). Allí, lo describió como, «distinguida poeta que ha hecho muchas comedias, representadas en Sevilla y Madrid y en otros lugares, con grandes aplausos, a los que casi siempre se les ha dado el primer premio».
La producción poética de Ana frente a Mallén de Soto acaba de conservar su poesía de las circunstancias, siempre estrechas las relaciones hechas por costumbre, o para introducir alguna competencia. Eran descripciones en verso cortesanas o festivales religiosos, o conmemoraciones de victorias de guerra, nacimientos reales, canonizaciones y otros eventos dignos de recuerdos felices. Así, en 1628, escribió su primera obra conocida, la relación poética de fiestas celebradas en el Convento de San Francisco de Sevilla. Ya en ese momento debía atender las órdenes que llegaban de la Corte, que es probable que se traslade en 1637, para participar en las fiestas del Buen Retiro. Pero nunca perdió el contacto con Sevilla (ciudad en la que se ubicaron su nacimiento algunos estudiosos de su obra), cuyo Cabildo catedralicio contrató sus servicios para que solemnizase con sus celebraciones sacramentales del Corpus de los años 1641, 1642, 1643 y 1645.
Su obra dramática, carente de toda originalidad, (siempre está sometida a los principios teatrales de su tiempo), refleja, por su parte, un dramaturgo, versátil y fuerte, capaz de moverse con soltura por géneros tan diversos como el auto sacramental o la comedia del enredo. Con respecto a los títulos concretos, sabemos que escribió La Puerta de la Macarena y La Ladera de Castilleja, dos sacramentales que se han perdido. La mejor de las suertes mereció una Loa sacramental representada en Sevilla el día del Corpus Christi de 1639, que también se publicó en la ciudad en el transcurso de ese mismo año. Escrita en romance, presenta a un portugués, un francés, un morisco y un hombre negro que, en su peculiar pronunciación del español, se disuelven en alabanza a Sevilla, la religión y el Santísimo Sacramento. A pesar de ser una parte personalizada, meramente circunstancial, es valiosa como fresco lingüístico de diferentes jergas habladas por entonces en Sevilla.
Pero las dos piezas que han sido legadas a la posteridad el nombre de Ana Caro Soto Mallen son las comedias Valor, agravio y mujer y El Conde Partinuples, ambas compuestas por tres días y escritas en versos de diferentes medidas. Además, se le ha atribuido también una comedia llamada Peligro en Tierra, y que hoy se considera perdida.
Valor, agravio y mujer, que se publicó en varias ocasiones durante el siglo XVII, ubicado en Flandes y Bruselas, acción dentro de un tema recurrente con la mujer disfrazada de hombre, para vengar así un insulto o reparar el daño causado a su honor. Frente a otras obras similares de su época (como Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina), valor, agravio y mujer no muestra a un autor demasiado interesado en la maraña de situaciones, sino más bien preocupado por dar a su protagonista femenina una vigorosa caracterización psicológica.
El Conde Partinuplés es considerado la obra cumbre de la producción dramática de Ana Caro Mallén de Soto, y como tal fue tratada ya en su tiempo, pues merecía el honor de ser publicada en 1653, en la famosa Bahía de Comedias. Cuarta parte de diferentes autores, Diego Balbuena. Es una comedia caballeresca, situada en Constantinopla, en Francia y en ciertos lugares imaginarios (como un castillo encantado), que intenta recrear el mundo medieval de los ciclos «Carolingio» y «Artúrico». Es una pieza dramática que se volvió espectacular requiere una gran fanfarria de luces y accesorios, que se acerca a la comedia de magia que al igual que a finales del siglo XVII, y principios del XVIII. En ella, y a pesar del homenaje rendido al mundo caballeresco, las mujeres llevan la peor parte de la acción, para reducir a los personajes masculinos al papel de meras comparsas, siempre sujetas a todas las decisiones de los jugadores.
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