jueves, 3 de febrero de 2022

Alonso de Ercilla

Poeta, nacido en Madrid en 1533 y fallecido en esta ciudad el 29 de noviembre de 1594. Está considerado como uno de los fundadores de la literatura chilena. A la muerte del primer gobernador Pedro de Valdivia, el rey nombró como nuevo gobernador a Jerónimo de Alderete, quien no pudo ocupar el cargo porque murió durante el viaje.

Autor del Siglo de Oro
Fue entonces cuando el Virrey del Perú nombró como gobernador interino del territorio a su hijo García Hurtado de Mendoza. Este llegó a Chile rodeado de un séquito que abunda en gente de la más alta nobleza o al menos hidalgos conocidos. Entre ellos estaba Alonso de Ercilla y Zúñiga, futuro autor del poema épico La Araucana.

La temprana muerte de su padre, Fortún García de Ercilla, hizo «sendos de moño» a su madre viuda para conseguir una página del príncipe Felipe, heredero del emperador Carlos V para su hijo. En esta capacidad viaja por Italia y luego, acompañado por su madre, que estaba en el séquito de los reyes Maximiliano y María de Borgoña, visita Bohemia, Hungría y Alemania. En 1554 el poeta viaja a Londres, uniéndose a Don Felipe, que celebraba su boda con María Tudor. Luego llegó la noticia de que los araucanos habían sido asesinados por el Gobernador Pedro de Valdivia y hubo una insurrección en el Perú a Inglaterra. Ercilla pidió permiso para viajar a América. Esta aventura, que también es alistarían otras dos páginas de la Corte, manifestaría el deseo de estos jóvenes, propios de los nobles cortesanos imbuidos en el ambiente caballeresca de la época, ganar fama, riqueza y gloria en un lugar exótico.

El tema del recién nombrado gobernador García Hurtado se detuvo en La Serena y siguió por mar hasta Concepción, donde tuvo que soportar un primer encuentro con los indios. Luchas arreciaron para admitir a los españoles en La Araucana. Ercilla participó en numerosos compromisos, distinguidos por su valor. Junto a García Hurtado, el poeta llegó a Puerto Montt y desde allí cruzó la Isla de Chiloé. Cuando todos regresaron al Norte vinieron un Ercilla difícil y otro soldado, Juan Pineda, mientras estaban en la ciudad imperial. Ambos tenían ciertas diferencias que los llevaron a usar sus espadas.

Esta situación causó un profundo malestar al gobernador que ordenó detenerlos de inmediato y condenarlos a la pena de muerte, a pesar de que conmutó este destierro del Reino de Chile. Así, Ercilla regresó a España. Allí se casó con María Bazán, ilustre y acaudalada dama, y ocupó cargos diplomáticos de importancia. En 1569, 1578 y 1589 publicaron, respectivamente, las tres partes de su epopeya de la Conquista de Chile La Araucana, que dedicó al rey Felipe II. Murió en su ciudad natal en 1594.

La obra de Ercilla fue leída y admirada por todos los escritores de su tiempo, y otros muchos autores posteriores que no se cansaron de señalar sus méritos. Cervantes dijo que La Araucana fue uno de los tres mejores libros «en verso heroico», de todos aquellos que nunca han escrito en español; y el gran filósofo francés Voltaire decía que, en algunos pasajes, Ercilla supera al gran maestro universal de la epopeya: el griego Homero. La Araucana es un poema muy largo, de más de veinte mil versos, que estuvo escribiendo durante más de 20 años. Cuenta la historia de la Conquista de Chile por los españoles.

Ercilla, que participó en esas luchas, destaca no solo el valor de los conquistadores, sino también la heroica defensa de sus tierras que hicieron los indios (los araucanos). La obra está dividida en 37 canciones. Publicado en tres partes: una en 1569, una en 1578 y la última en 1589; las tres están dedicadas al rey Felipe II.

En la primera parte (1569), Ercilla describió el territorio chileno y los pueblos indígenas que lo ocupan, y cuenta su historia. En la Segunda Parte (1578), Ercilla se desvía de la historia para encontrar aspectos más poéticos. Al final (1589), el poeta madrileño vuelve a la narración para contar el final de sus experiencias en Chile. La estrofa utilizada por Ercilla es la octava rima, una combinación de ocho versos de once sílabas, que, a partir de entonces, quedó en la mente de todos los poetas como la estrofa más adecuada para el cultivo del género épico.

El poema es valioso histórico (por los hechos reales a contabilizar, por el propio autor) y descriptivo (como se da por conocer un territorio desconocido para el hombre europeo). Muchos son también mérito literario, Ercilla emplea un español bello y correcto, y sabe captar la atención del lector en los episodios de mayor emoción. Entre sus defectos, cabe destacar la tendencia de Ercilla a la digresión, es decir, alejarse de la historia principal para empezar a contar otros casos de interés, (se convierte, incluso, en incluir episodios de la historia de España que se produjeron en Europa, como las Batalla de Lepanto y la Batalla de San Quintín).

Pero su gran originalidad es que, al final, resulta ser un doble épico: ensalza al mismo tiempo el valor, la nobleza y el orgullo de Víctor y los vencidos.

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