Su nombre de pila era el de Juan García Xixón o Gijón, según otros Juan Bautista Rico, conocido entre los cristianos católicos como San Juan Bautista de la Concepción. Nació en 1561, en Almodóvar del Campo, en el antiguo Reino de Toledo, hoy provincia de Ciudad Real, y falleció en 1613. Fue un religioso y escritor ascético y místico español, reformador de la Orden Trinitaria y fundador de la Orden de los Trinitarios Descalzos.
Fue el quinto hijo de los ocho que tuvieron Marcos García Xixón e Isabel López Rico, labradores acomodados, sintió una temprana vocación religiosa que reflejó en «jugar a santo» por medio de un acusado ascetismo que puso en peligro su salud infantil. Recuperado a duras penas de su anorexia, mal que le perseguirá durante casi toda su vida, su vocación se fortaleció al pasar por la localidad Santa Teresa de Jesús en 1574 o 1576, quien profetizó a sus padres el futuro del niño.
Estudió Gramática con los Carmelitas Descalzos de Almodóvar y luego Teología en las ciudades de Baeza y Toledo, donde tomó el hábito de los Trinitarios Calzados el 28 de junio de 1580 e hizo el noviciado. Profesó el 29 de junio de 1581. Allí estudió también filosofía con San Simón de Rojas. Luego cursó cuatro cursos de Teología en Alcalá de Henares y marchó a Sevilla, pero entonces tuvo una revelación al salir de Écija, cuando le acometió una experiencia mística, en la cual, concibe el deseo de reformar la Orden Trinitaria para hacerla más rigurosa; marcha primero a Valdepeñas, (en la actual provincia de Ciudad Real) y luego a Roma, donde llega el 21 de marzo de 1598. Tiene que sufrir la oposición de los Trinitarios Calzados y tras varias dilaciones, detenciones y maniobras, logró el Breve de la reforma el 20 de agosto de 1599.
De vuelta a España tomó posesión en el cargo «irrenunciable» de Prior del convento de Valdepeñas en 1600; desde 1601 a 1605 fundó ocho conventos en las ciudades de Alcalá, Madrid y Salamanca. Elegido Provincial, continúa fundando hasta siete casas, algunas importantes, cuales son Salamanca, Baeza, Córdoba, Sevilla y Pamplona. Escribe para sus monjes numerosas obras ascéticas y un caudaloso Epistolario, en total ocho nutridos tomos de vario contenido, siempre en prosa y de tema moral, teológico o ascético. También una relación autobiográfica y algunas obras místicas. Cesa de Provincial en 1609, pero funda aún el monasterio de Toledo (1611) y trabaja en la fundación del de Sanlúcar de Barrameda, a pesar de un molesto mal de vejiga del que es operado y mal curado; se le ordena que cese de esas gestiones y se retira a Córdoba, donde se agravan sus achaques; allí fallece el 14 de febrero de 1613.
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